jueves, 1 de enero de 2015

LA BREA DE MIS HUELLAS_


Existen vagones a ciertas horas de la madrugada cargados de nostalgia que no se pueden desaprovechar. Uno se sube a pasear por la melancolía. Recorridos imposibles de retomar, nunca pasan por el mismo lugar ni de la misma forma. Hay  un tiempo para  reír, para cantar, para soñar. Hay momentos para retomar, para proyectar y breves ocasiones para bajarse en la parada de los recuerdos. Sorprendentes viajes sin rumbo fijo que hemos de transitar porque para el olvido siempre hay tiempo.
En el trayecto escucho los ecos de aquellas voces que me acompañaron en mis desvelos,  programas nocturnos de radio donde no importaba ponerle cara a nadie. La voz era la protagonista. Numerosas aves nocturnas seguíamos el mismo ritual para lanzarnos a volar. Días de vino y rosas alrededor de una hoguera prendida con el calor de la gente, divagaciones amistosas al compás de las llamas pretendiendo fabricar un universo diferente. Sed de comernos el mundo. ¿Y quién no? 

Mis recuerdos son olores con canciones donde los acordes acompañan soledades. Aromas que transportan a un espacio, a un rincón, a un lejano momento en el tiempo. El perfume que me embriaga la esencia de la ternura, la suave caricia de una madre en la mejilla. Mezclas personales hacen de lo mío tuyo, de lo tuyo suyo, de lo suyo nuestro.
Los ecos que percibo, están ligados a sones golpeando la puerta de instantes entrañables ¿Sabrán estos desconocidos tanto de lo que compartimos? Canciones de Silvio, de Pablo, de Víctor. Momentos  salvados con Serrat, Antonio y Urquijo golpeaban nuestra puerta. Navegamos entre mares de bolero y tango, embarcándonos en habaneras y cancios de chigre mientras Chavela nos susurraba al oído. A Frida Kalho ya la admirábamos antes del paseo de Sabina y  Diego Rivera con su boulevar de los sueños rotos .Una sombra cargada de luz.

Entre poemas de Hernandez y Machado fuimos creciendo, leyendo entrelíneas  libertades del pensar. No olvidamos a Pescadilla ni a Pinón y Telva mientras Sherezare envolvía nuestras noches de luna llena. Repaso idilios, travesuras, la ausencia del miedo en nuestros juegos. Mantengo el serrín de mis zapatos.
La brisa me trae un calidoscopio de optimismo y buen humor, la mirada al mundo de mi  madre. La tos de minero de mi abuelo sigue anclada en mi memoria mientras unas manos morenas  escondidas del sol, calientan una plancha de hierro en la chapa de una cocina de carbón. Horas eternas al compás de un apagón, el quinqué  la salvación.


Vientos de un pueblo retornan con el olor a pan recién horneado,blancas casitas y sillas de enea en los umbrales, Extremadura a la vuelta. Meciendo cunas Mieres del Camino, Xiana, Los mártires, el prau Llagüezos con sus corderos.; el mar de Gijón fue la brea de mis huellas: el Muro, el Rompeolas, la Escalerona; Oviedo regentó el sello de mi postal: el Antiguo, el Naranco, el Fontán. La senda que camino otros la pisaron ya.

Ando, respiro, me emociono con una gota de lluvia; con el murmullo del viento; con la sonrisa de un niño. Cierro mis ojos esperando despertar con un trino cargado de energía. Naturaleza viva que logra sobrevivir a pesar de los múltiples intentos por deshacernos de ella. Busco lo que todos, un planeta habitable donde situar a los que quiero, lejos del ruido de los mercados, ajenos a la guerra del dinero. Llamémoslo ilusión, llamémoslo sueño.
¿Y quién no?

8 comentarios:

  1. No apagues la luz de las palabras,aunque siempre nos quede París.

    ResponderEliminar
  2. Hola Gema. Precioso. Te seguiremos.Un beso

    ResponderEliminar
  3. Muy bellas palabras, Gema.

    También me siento identificado con muchas de las cosas que dices, y con Serrat, con Sabina, con los Secretos, con Antonio Machado y con Miguel Hernández.

    Es lo que yo llamo el cáncer de la postergación y el eterno retorno pero que tu expresas con mejores palabras.

    Sobrepasados los cuarenta, con sus alegrías, sus miserias y sus crisis, a las personas a las que además de vivir nos importa encontrarle un significado a este fluir hacia la nada ( no soy religioso ), nos inquieta, sin embargo, el dilema entre lo que somos y lo que quisimos y aún queremos ser, entre nuestros actos y nuestras ideas, entre nuestros sentimientos y la expresión de los mismos, entre la realidad concreta y la distancia que uno toma, a veces desde el tiempo, a veces desde el espacio del viaje o de un entorno propicio, a veces desde la metáfora de los sueños y de las desilusiones....

    " Recuperar el tiempo y los días que fueron
    el vino derramado y el escombro,
    los besos que guardé mil veces en tu boca,
    la huella de tu tacto o el filo del deseo,
    sorprendido en tu cuerpo,
    cómo olvidar ahora el milagro de amarnos
    cuando nos daba igual el nombre de las cosas ".

    El poema es un poema de amor, pero, mucho más que eso, es un pretexto y un antídoto contra la melancolía, que no es mala si se dosifica y se sabe diluir entre las ilusiones y los actos, y también contra la angustia, que es más dañina, más letal y más traicionera.

    Por suerte, me ha visitado poco la señora angustia, pero hace poco perdí a mi padre y sentí algo que se parecía demasiado, como falta de aire, como vacío, como silencio repleto de voces y de amenazas.

    Ahora creo que estoy recuperado y, sin embargo, me inquieta el hecho de que hasta ahora no he sabido escribir en su memoria más palabras que un convencional epitafio, no he sabido conseguir las palabras que le describieran a él, que definieran su pérdida, y, con su pérdida, la mía, mi conmiseración y mi tristeza.

    Después he comprendido que tengo que tomar distancia, esperar a que las palabras lleguen, no forzar un homenaje póstumo, esperar a que él, de alguna manera, me hable, no sé bien desde dónde.

    Al menos, me queda el consuelo de que, al final, cuando él ya apenas tenía la capacidad de la palabra pero sí algo de la fuerza del gesto y de la ternura vulnerable de la vejez y la enfermedad, supe decirle, repetidamente, " te quiero ".

    Un beso y un abrazo para Jorge.
    Y continua escribiendo así de bien.

    Jesús.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. racias por tus palabras.
      Siento tu pérdida como mía pues en mi caso ha sido mi madre la que tras cuatro años de lucha interminable contra un cáncer demoledor se fué con una sonrisa llena de mejores deseos para los que quedamos.De ella obtengo fuerza y optimismo necesario para vivir "queriendo" y disfrutando de lo que encuentro alrededor.Yo, pude escribir en su momento,luego pude empezar algo que he tenido que aparcar por necesitar más distancia como dices, sin olvidarme de ello retomo cosillas el día que me sobreviene la morriña como es natural.Sed de sentirla conmigo.Me dejó un calendario perpetuo el de la "Felicidad"lleno de anotaciones suyas.Es una manera de tenerla conmigo en cada nueva madrugada.Espero que tu le hables a él si necesitas consuelo pues como decía Marquez no hay muerte sino hay olvido; yo creo que no hay muerte si hay un recuerdo que permanece vivo.Besos

      Le daré un abrazo a Jorge de tu parte pero aunque con estas palabras te conozca un poco,no sé quien eres.

      Eliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. hola Gema,

    JEMOMAJE: JEsús, MOntse, MArina y Jesu......


    Culpa nuestra no haber firmado el comentario. D todas formas quien escribe es Jesús... Qué gusto leerte. Un besazo guapa para los cuatro. A ver si nos vemos pronto... Montse

    ResponderEliminar
  6. ya me gustaría tener la capacidad de dominio de la palabra escrita que tú tienes... pero no es asi!.. lo que sí domino es el arte de la lectura y se que con tu blog voy a disfrutar de muy buenos ratos!!!!


    besos!

    ResponderEliminar